miércoles, 22 de julio de 2009

La lectura en la Historia





LEER, es RESUCITAR IDEAS,

SEPULTADAS EN EL PAPEL:

CADA Palabra es un EPITAFIO.

Simón Rodríguez.





La lectura es un mundo mágico, donde se entra a un mundo imaginario o realmente cierto.


Es un lugar de posibilidades y verdades. Es entrar a los conocimientos y a la historia.




Es lugar de encuentro, de conciencia de la incidencia en uno de aquello que nos revela, a traves de los signos y de un largo trajinar con las palabras, el relámpago del significado, la noche abierta del sentido, el lecho donde siento y advierto, cuando me toca el verbo, cuando me interpela, una zona novísima, primigenia, abierta de par en par a la pulpa más recóndita, palpitante e inquieta de mí mismo. Márquez (2004).




Realmente leer y comprender es una herramienta única y fundamental, para conocer, aprender y descubrir. Para alcanzar el crecimiento personal, profesional, social, cultural de una sociedad. Es llegar al conocimiento histórico de una localidad, país y universal. Es persivir las realidades de los pueblos.




Leer Historia es estar en contacto con los antepasados, con nuestras raices. Es vivir en el presente porque tuvimos un pasado, del cual estamos reviviendo.




Leer es abrir la puerta al conocimiento. Y leer historia es abrir la puerta; al por qué, cómo, cuándo, qué, quién y dónde pasó un acontecimiento, que tiene parte en nosotros. El pasado no queda atrás, porque el estar aquí, de la manera que se esta. Es porque hubó algo que ocurrió, que nos beneficia, nos perjudica, pero que forma parte de nosotros.




Por eso es importante abrir la puerta al pasado, para así saber vivir en el presente y poder construir el futuro.




Ygles, Yobeida










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